Unidad de Agroindustria láctea, un ambiente propicio para la formación

El Centro de Biotecnología Agropecuaria cuenta con varias unidades o ambientes de formación, donde los aprendices ponen en práctica lo aprendido. Una de estas unidades es la Agroindustria láctea.

En la Unidad de Agroindustria láctea se ha formado por más de 30 años a aprendices de los programas tecnológicos: Producción Ganadera, Especies Menores, Control de Calidad, Procesamiento de Alimentos; programas técnicos: Derivados Lácteos, y cursos cortos relacionados.

En este espacio los aprendices realizan toda la cadena productiva tal cual lo harían en una empresa real: ordeñan las vacas, llevan la leche a la planta donde se fermenta, preparan los productos, los dejan en refrigeración alrededor de 12 horas, los empacan, les realizan análisis microbiológico, dan su criterio de consumidor y finalmente los llevan a la comercializadora.

“Durante el proceso de formación y producción láctea los aprendices reciben acompañamiento de los instructores de las áreas de microbiología, fisicoquímica y producción, con el fin de dar cumplimiento a los indicadores de calidad que exige el INVIMA”, mencionó Manuel Rubiano, instructor de la Unidad Agroindustria Láctea.

A la fecha, el centro de formación cuenta con registro sanitario para producir queso crema, queso campesino y queso pera; cuajada, yogur, kumis, arequipe y panelitas, y se espera que a partir de la intervención que se le realizará a la unidad sean más productos autorizados.

“Lo más valioso de nuestra Entidad es que los aprendices aprenden haciendo, lo que les permite que, a futuro, cuando creen sus propias unidades productivas, pongan en práctica lo aprendido y bajo las normas establecidas para que no permanezcan en la clandestinidad”, agregó el instructor.

Las personas interesadas en formarse en alguno de los programas antes mencionados pueden aplicar a través de SENA Sofía Plus, no sin antes confirmar la modalidad y el nivel de formación. Las convocatorias se publican a través de los medios oficiales del SENA, y en la regional a través de las redes sociales @SENACundinamarca y @SENAMosqueraOficial en Facebook, @SENACmarca y @nelsongomezb en Twitter y @senacundinamarca en Instagram.

“Junto con otros instructores estamos analizando en qué procesos de fermentación se podría usar el suero para darle más uso. Hemos hecho experimentos en cervecería y vinos artesanales y queremos ensayar con el biorreactor para producir suero en polvo”, agregó Manuel Rubiano.

 

Esta nota se redactó para www.sena.edu.co

Campesino por un día en la Finca Agroturística el Portal

El sueño de la familia Acosta Guido empezó hace tres años, cuando Flor Ángela decidió abrir un restaurante en Bogotá. Por pandemia tuvo que cerrar, pero trasladó su idea de negocio a su tierra natal.

En Gachetá – Cundinamarca Flor Ángela Guido Díaz y su hijo, Marco Acosta Guido, se formaron con el curso Emprendedor en recorridos agroturísticos del programa SENA Emprende Rural del Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera, de esa formación nace la Finca Agroturística el Portal.

A través de SER Ángela y su hijo aprendieron sobre formulación de proyectos, atención a clientes, estrategias de mercadeo, procesos organizacionales y servicios de turismo de naturaleza.  Con el conocimiento adquirido organizaron un paquete de servicios en la finca que incluye: servicio de restaurante, hospedaje rural y el pasadía campesino por un día, donde el visitante vive la experiencia de un habitante de la región, interactúa con los animales y los cultivos, y cuando desea alargar su permanencia, se le ofrece la opción de labranzas campesinas.

Alejandro Escobar, instructor SER de Mosquera manifestó que “actualmente atienden hasta 30 personas, pero el sueño de Ángela y Marco es ampliar la cobertura de su negocio, hospedar a grupos más grandes, núcleos familiares, universidades, colegios y empresas. A largo plazo construirán cabañas y harán adecuaciones a los espacios por donde los visitantes transitan durante el recorrido. Quieren con la ayuda del SENA convertirse en baquianos o guías turísticos”.

“Gracias al acompañamiento del SENA pudimos adelantar el proceso de certificación, sacar el registro nacional de turismo, lograr las certificaciones de protocolos de bioseguridad, bomberos y de saneamiento”, expresó Marco Acosta.

Para visitar la Finca Agroturística el Portal, pueden buscarlos en Facebook e Instagram, escribir al correo electrónico fincaagroturisticaelportal@gmail.com, llamar a los teléfonos 3123167848 y 3125821146, o llegar a Gachetá y dirigirse a la vereda Bombita, sector San José.

Uno de los servicios que ofrece la finca es labranzas campesinas, en las que el visitante, puede participar en talleres sobre bienestar animal, agroecología, producción de abonos orgánicos e importancia del ecosistema en la producción agropecuaria sostenible.


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La Gabriela, unidad productiva del Guavio

La Gabriela es un proyecto que nace a partir de la formación que recibió Denis, propietaria del predio, y sus colaboradores con el programa SENA Emprende Rural del Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera.

Emprendimiento de derivados lácteos es el nombre del programa en el que se formaron Denis Esther de la Rosa y sus colaboradores en la finca, quienes ya producían cuajada y queso, y luego de recibir formación en el SENA, empezaron a preparar arequipe, choco-arequipe, sabajón, crema de wiski, postres y yogurt de distintos sabores. La formación fue impartida por dos instructores de SER.

“El programa SER es uno de los procesos más bonitos que tiene el SENA porque los aprendices cuentan con dos instructores, uno que le enseña el hacer, el procesar y la adecuada manipulación de los alimentos, para el caso de la unidad productiva La Gabriela; y el otro, que es de emprendimiento, capacita sobre plan de negocios y mercadeo, controles que se deben hacer en las unidades productivas, costos y financiamiento y manejo de materias primas; con el fin de que las personas le pierdan el miedo a emprender e iniciar con su idea de negocio”, afirmó Martha Isabel Nieto, instructora SER.

El resultado de los derivados lácteos corresponde a una serie de procesos artesanales que adelantan dentro de la misma finca, primero ordeñan manualmente, cuelan la leche, se pasteriza y se distribuye para la preparación de cada producto. “Actualmente estamos preparando yogures de feijoa, piña, frutos rojos, mango, lulo y maracuyá, son naturales y sin aditivos, y esto es gracias al SENA, a quien le agradezco inmensamente porque es una Entidad que no se fija en clases sociales, si somos del campo o de la ciudad”, mencionó Diana Milena Contreras Mendez, aprendiz SER.

“Yo soy una convencida de que lo más importante para cualquier emprendedor es querer lo que se hace, en La Gabriela las personas lo quieren hacer, les gusta hacerlo y por eso están dispuestas a sacrificar tiempo porque emprender no es fácil, se requiere investigar para no quedarse con lo básico.”, dijo Martha.

Denys, Diana y su esposo, ahora socios del proyecto, venden los productos dentro de la misma finca, su objetivo es abrir nuevos espacios para comercializar de forma masiva tanto en la provincia del Guavio como en ciudades vecinas.

Desde el programa SER queremos que el campo deje de ser el niño feo de la economía, cuando se dice que allí no se gana, y la verdad es que haciendo las cosas bien, con empeño, disciplina y esfuerzo, las cosas se logran con una buena rentabilidad”, afirmó Martha.

 

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Finca agroecológica Marub, un lugar para aprender sobre el café y la miel

El programa SENA Emprende Rural del Centro de Biotecnología Agropecuaria formó a varios emprendedores del municipio de Gachalá a través del curso Emprendedor en actividades turísticas en espacios naturales.

Patricia Ubaque y Giovanny Martínez, propietarios de la finca Marub, durante su formación con el SENA, iniciaron el proceso de conformación de unidad productiva para impulsar las actividades agrícolas que realizan allí y fomentar las vivencias y experiencias que ofrece el campo.

“Nosotros empezamos con la siembra de café en el 2009, sembramos 13 mil plantas que ya están produciendo. Instalamos 25 colmenas para sacar miel y polen, el objetivo de entonces solo era vender. La idea de negocio cambió gracias a la formación con el SENA, porque allí nos motivaron a emprender y a generar procesos de empleabilidad a través del turismo agroecológico”, mencionó Patricia.

En la finca Marub, ubicada a 40 minutos del municipio de Gachalá y adonde se puede llegar en lancha o por vía terrestre, los turistas pueden disfrutar de un recorrido por los cafetales, sus propietarios les enseñan desde, cómo sembrar una planta de café hasta cómo empacar el producto final. Luego, a medida que avanzan hacia el apiario, los visitantes podrán contemplar las aves propias de la región del Guavio, el embalse, y si lo desean, acceder al servicio de alimentación.

“Con nuestro emprendimiento no solo buscamos que conozcan y compren nuestros productos, también que los visitantes tomen conciencia del cuidado del medio ambiente y la conservación de los polinizadores”, afirmó Giovanny.

“Durante la formación nos dimos cuenta de la oportunidad que tenía la idea de negocio de Patricia y Giovanny en este sector del Guavio, que tenían metas muy bien establecidas como ofrecer servicio de hospedaje en cabañas dentro de la misma finca, dar empleo a más de las 10 personas que ya le ofrecen, quienes son mujeres cabeza de hogar, víctimas de violencia y de muy bajos recursos, y dar a conocer su marca a nivel nacional e internacional, así que empezamos a enfocar su emprendimiento hacia las vivencias y experiencias de la cultura del café y de las abejas, sus productos más relevantes”, afirmó Alejandro Escobar León, instructor del Centro de Biotecnología Agropecuaria.

“Las personas interesadas en conocer sobre nuestro emprendimiento y vivir la experiencia que ofrecemos podrán comunicarse a los teléfonos 3144447051 – 3143944345 o al correo electrónico patibejarano1409@gmail.com, confirmó Patricia.

“Invito a todas las personas del campo y en especial a los niños a que aprendan sobre los procesos del café y la miel, y sobre la naturaleza para que todos podamos convivir con ella. Es importante que desde pequeños emprendamos para que cuando grandes podamos ayudar a muchas personas”, Oscar Iván Martínez Ubaque, hijo de Patricia y Giovanny.

 

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Alianza entre el SENA y Acerías Paz del Río fomenta el emprendimiento en Ubalá

Gracias a la relación que existe entre la Entidad y Acerías Paz del Río pequeños productores ganaderos reciben formación en buenas prácticas ganaderas y emprendimiento lechero a través del programa SENA Emprende Rural.

Desde el 2019 Acerías Paz del Río le solicitó al SENA adelantar un proceso de capacitación con los pequeños productores de las zonas donde opera, Cundinamarca y Boyacá, con el propósito de innovar y cambiar las prácticas tradicionales de las personas que habitan allí. “Nuestro ideal es que ellos adopten un conocimiento que les garantice una producción más sostenible y ajustada a las normatividades existentes, particularmente en temas relacionados con la calidad de la leche y el bienestar animal”, mencionó Diego García Barrera, coordinador de proyectos de la Fundación Social Acerías Paz del Río.

Por más de 13 años la comunidad de este sector se vio afectada por la explotación minera, por eso Acerías decidió, a través de sus campañas de acción social, apoyar a la comunidad, capacitándola a través del SENA. Ubalá es uno de los municipios impactados con esta formación, inicialmente se capacitó a 15 ganaderos de la vereda el Santuario y luego a 51 pequeños productores de la vereda Las Mercedes.

“En Ubalá el programa SENA Emprende Rural está realizando acompañamiento técnico y de emprendimiento, si hay productores que deseen organizar su negocio, fortalecemos la unidad productiva para que puedan continuar el proceso con Fondo Emprender”, afirmó Luz Nery Fonseca, instructora SER del Centro de Biotecnología Agropecuaria.

Durante la formación los campesinos han recibido formación sobre bienestar animal y el manejo apropiado que se les debe dar a los semovientes, sobre el lavado y secado que se debe realizar durante el ordeño, a reconocer cuándo una vaca puede sufrir de mastitis, sobre varias dinámicas productivas y sobre el cuidado de los recursos naturales, en especial del agua y el suelo.  

Otra de las características notorias dentro del proceso de formación ha sido el acompañamiento de los niños y jóvenes, cuando no se les cruza con sus actividades académicas, asisten a las clases del SENA con sus padres y demás familiares. “Nuestra propuesta busca que los jóvenes no se desescolaricen, sino que, primero, encuentren acceso fácil y oportuno a la educación, y segundo, que potencialicen el sector productivo rural para que no dependan de la expectativa económica que les produce la mina. Queremos que la comunidad de la zona emprenda y hagan de sus negocios algo sostenible y sustentable”, agregó Diego.

“Mi sueño es seguir capacitándome y con el tiempo organizar una microempresa ya sea familiar o con la comunidad. Mi invitación es que pongamos en práctica todos los conocimientos adquiridos y les enseñemos a todos los que habitan a nuestro alrededor para que juntos podamos generar ingresos suficientes y justos”, mencionó Adriana León Linares, aprendiz SER.

Acerías Paz del Río les dio terneras a los campesinos, quieren que en la región se haga mejoramiento de praderas, mejoramientos genéticos y se enfatice en el manejo de medicamentos con buenas prácticas sanitarias.

 

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Semillero de investigación logra 10 ponencias en congresos internacionales

En el Centro de Biotecnología Agropecuaria los bovinos y pequeños rumiantes hacen parte de un proyecto que permite monitorearlos a través de tecnologías 4.0, para conocer su ubicación y estado de salud actual.

El proyecto fue adelantado por el semillero de investigación, Sistemas Sostenibles de Producción Pecuaria (SISPROPEC), y permitirá que futuros aprendices continúen alimentando la hoja de vida de las vacas, ovejas y cabras del centro de formación.

El proyecto de Automatización de trabajo de campo y uso de herramientas digitales para el sector ganadero en el trópico alto, en bovinos y pequeños rumiantes, empezó este año bajo el asesoramiento de la instructora Claudia del Pilar Farfán Herrera, quien motivó a los aprendices a investigar sobre técnicas para actuar en tiempo real y mejorar la sustentabilidad productiva, económica y social del sistema ganadero mediante tres fases: incorporación de tecnologías y aplicaciones; generación de flujos de información; manuales de procedimiento e instructivos técnicos y validación de tecnologías de punta.

La instructora Claudia Farfán expresó que “los aprendices incorporaron detectores de celo para realizar una inseminación oportuna; microchips indicadores de temperatura y humedad para evaluar el impacto ambiental, monitorear la huella de carbono y el grado de emisiones de gases efecto invernadero, y collares GPS para observar la ubicación grupal de los animales en tiempo real.”

También se usaron drones para tomar fotografías de los potreros, que luego se digitalizaron en el software TaurosWebs, para analizar la cantidad de animales por potrero, la calidad del alimento consumido por los animales, el foliar mineral y la cantidad de CO2 del potrero.

El proyecto tuvo tanta acogida, que ya ha participado en 10 ponencias en congresos internacionales; 3 en el IX Encuentro Internacional de Investigadores de Ciencias Pecuarias (EICP), 1 en el IV Congreso Internacional de Investigación e Innovación, 2 en el VIII Seminario internacional de Agroforestería (SIAF), y 5 ponencias en el V Congreso Internacional y IX Institucional de Investigación UNIAGRARIA.

A partir de la implementación del proceso de automatización se crean oportunidades técnicas para el sector ganadero que podrá actuar en tiempo real según las necesidades que presenten los animales y mejorar la sustentabilidad productiva, económica y social de la ganadería.

Durante la investigación se detectaron algunas oportunidades de mejora que fueron transmitidas al personal encargado de cada área para su pronta solución.

 

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En el SENA preparamos pan artesanal a base de harinas de legumbres

En el Centro de Biotecnología Agropecuaria 24 instructores seleccionados mediante convocatoria por la ENI, se formaron en el programa Alternativas funcionales para la panificación con el uso de harinas de leguminosas.

Durante el proceso de formación los instructores prepararon alrededor de 12 variedades de pan usando masa madre, fermentaciones cortas y largas, levante duro y blando y harinas de leguminosas como lentejas, frijol, garbanzo y arveja, que fueron tostadas, molidas y tamizadas por los mismos instructores.

“El objetivo de esta formación es que se actualicen y conozcan las tendencias y nuevas tecnologías que se están investigando en la misma Entidad a través de SENNOVA, e intercambien conocimientos para que luego los compartan en sus centros de formación con instructores y aprendices de los programas operarios en panificación, técnicos en panadería y tecnólogos en procesamiento de alimentos y control de calidad de alimentos”, mencionó Fabio Quimbaya, instructor de agroindustria del Centro de Biotecnología Agropecuaria.

Fabio se valió de una nueva técnica de formación, diseño del pensamiento, la creatividad y la innovación, para darle vía libre a los instructores en las preparaciones, basándose en una población específica, de acuerdo con estudios bibliográficos y el coste de cada producto. “Se trata de permitirle a las personas que se inspiren sin que pierdan el objetivo de su producción”, afirmó el instructor.

“En el Huila producimos leguminosas y desconocía que con ellas se puede hacer pan. Entonces, nuestros aprendices, a quienes les replicaremos esta información, podrán usar este conocimiento en sus propias unidades productivas o en las industrias a donde vayan a realizar su etapa productiva”, señaló Francisco Castellanos, instructor del Centro Agroindustrial La Angostura.

“Acá estamos transformando el conocimiento, preparando pan con orígenes nutritivos y confirmando que el SENA continúa siendo un referente que fortalece las propias habilidades y le apunta a la integralidad”, Nixon Rodríguez, instructor de pastelería y panadería del Centro de Servicios Empresariales y Turísticos del SENA Regional Santander.

Los instructores del área de agroindustria del Centro de Biotecnología Agropecuaria llevan 4 años investigando diferentes procesos de panificación para brindar alternativas de alimentación que estén a la vanguardia de las nuevas necesidades.

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“En el SENA encontré mi verdadera vocación”, Juan Betancourt

Gracias a la formación que Juan Betancourt Acosta recibió en el Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera, inició su proyecto de cervecería artesanal y tuvo la oportunidad de ser contratado por una empresa chilena.

“En el 2019 ingresé al SENA para formarme como tecnólogo en Agrobiotecnología y durante el proceso me di cuenta de que preparar cerveza es algo que me apasiona inmensamente, así que decidí comenzar mi emprendimiento”, mencionó Juan.

Tiempo después de haber iniciado con su idea de negocio, Juan viajó a Chile y conoció a varias personas dedicadas al mismo negocio, quienes lo recomendaron para ingresar a una empresa con bastante trayectoria en el mercado. “Cuando recibí la noticia me puse muy feliz porque no contemplaba esa oportunidad en tan poco tiempo, pero la idea de irme a un país líder en procesos cerveceros a adquirir conocimientos mientras trabajaba no fue algo que me permitiera pensarlo dos veces”.

Debido a la emergencia sanitaria y al cierre de fronteras que realizó el país chileno, Juan no ha iniciado labores, pero estima que dentro de poco podrá hacerlo. Con esta oportunidad está transformando sus metas, ahora sueña con ser un exponente de la cervecería artesanal y continuar sus estudios para crecer profesionalmente y tener mejor calidad de vida.

“Al SENA siempre lo llevaré en mi corazón porque ha significado mucho para mí. Cuando pensé que no podría estudiar, hice un técnico en Manejo ambiental en Cali, y ahora con este tecnólogo las oportunidades se me ampliaron. Mi mensaje para todos los que lean esto es que siempre deben hacer lo que les apasiona, sin presiones. Cuando se hace lo que a uno le gusta el sentimiento de gratitud es mayor”.

“El acompañamiento de los instructores fue incondicional. Aprendí de ellos cada proceso que se le debe hacer a la cerveza, qué ingredientes usar, pero sobre todo a investigar e innovar en diferentes sabores. Hacer cerveza también requiere de creatividad y buen humor”, añadió Juan.

 

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El SENA avanza en la formación de talento cervecero

En el 2017 un grupo de instructores pasó un proyecto a Dirección General para habilitar plantas de cervecería artesanal. La iniciativa fue aprobada y ahora existen cuatro centros piloto en el país, donde se forman a aprendices e instructores.

La Escuela Nacional de Instructores (ENI) adelanta un proceso formativo con 33 instructores de varios centros de formación a nivel nacional en cervecería artesanal.

“Nuestro objetivo principal es que los instructores fortalezcan sus capacidades pedagógicas y técnicas basadas en las necesidades de los sectores productivos, que consoliden una comunidad de aprendizaje, generen e impulsen proyectos de investigación, intercambien conocimientos, estimulen el desarrollo de nuevas estrategias de formación y estén a la vanguardia en este tema de alto potencial en nuestro país”, mencionó Diego Fernando Borja, coordinador de la ENI.

En el proceso participaron como formadores, Carlos Ruiz, instructor del Centro Biotecnológico del Caribe; Mario Andrés Colorado, del Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera, Luis Yadir Morales, del Centro Agroindustrial La Angostura, y Mike Sánchez y Roberto Arango, del Centro Agropecuario de Buga, quienes iniciaron la formación virtualmente, explicando los conceptos técnicos, teóricos y conceptuales del proceso cervecero, y luego los llevaron a campo donde se usó la estrategia técnico didáctica de la Entidad, aprender haciendo.

“Durante las prácticas dividimos a los instructores por grupos para que realizaran los diferentes procesos, cocciones simultáneas, análisis de diferentes variables, análisis sensorial de materias primas, análisis sensorial del producto terminado, cerveza referencia, reconocimiento de equipos y materas primas y, sobre todo, para que fueran conscientes de las sensaciones que se dan y que son importantes en el mundo cervecero”, explicó Roberto Arango, instructor del del Centro Agropecuario de Buga.

Para el instructor del Centro Agroindustrial La Angostura de la Regional Huila, Yadir Morales, “La cervecería artesanal ha tenido un alto crecimiento en Bogotá, Cali y Medellín. Buscamos con esta formación llegar a todos los departamentos para que más personas tengan la oportunidad de emprender, se genere empleo y se active el sector productivo del país”.

“Nuestro sueño es que los instructores que estamos formando les propongan a sus directivos que coloquen una planta de cervecería en sus centros de formación, pero también deseamos que con el tiempo tengamos instructores expertos en las diferentes líneas de producción, elaboración de la cerveza y catación, y por qué no, que la Entidad nos permita realizar una maestría en este tema”, señaló, Mike Sánchez, instructor de la Regional Valle.

Actualmente las plantas piloto de cervecería artesanal se encuentran en el Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera, en el Centro Biotecnológico del Caribe, en el Centro Agropecuario de Buga y en el Centro Agroindustrial La Angostura, en el Huila.

 

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El SENA contará con un algoritmo para determinar el estado de salud de los colombianos después de la pandemia

El Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera lidera el proceso de investigación del algoritmo de salud basado en el modelo 24 HAC y marcadores biológicos, en hombres y mujeres de diferentes grupos etarios.

El Centro Agroecológico y Empresarial de Fusagasugá, el Centro de Comercio y Turismo de Quindío, el Centro de la Tecnología del Diseño y la Productividad Empresarial de Girardot y el Centro de Biotecnología Industrial de Palmira, son aliados estratégicos en esta investigación.

“La pandemia nos tomó por sorpresa a todos y debimos actuar de manera contundente, nosotros lo hicimos desde la investigación. Tomamos como referente los parámetros analizados entre el 2016 y 2017 por el Americam College Sport Maisen Medicine y por el Grupo de Longevidades de Stanford, donde se determinó que 150 minutos a la semana no son suficientes para determinar los rangos de salud de una persona frente a su actividad física, sino que se debía evaluar dentro de un rango de 24 horas”, explicó Iván Camilo Cabrera Monroy, instructor que lidera la red de actividad física y deporte del Centro de Biotecnología Agropecuaria.

Basados en el modelo 24 HAC, Iván Camilo Monroy y Leonardo Rodríguez, líderes de la investigación, generaron una secuencia para evaluar cuatro componentes funcionales y fisiológicos, que les permitirán conocer el estado de salud y actividad física de los tres grupos etarios seleccionados y divididos conforme su evolución fisiológica, tiempo de longevidad, etapa de maduración, producción hormonal y desarrollo muscular: personas de los 18 a 25 años, de los 26 a los 45 años y de los 46 años en adelante.

Uno de los componentes que se evaluará en cada uno de los grupos etarios es la composición corporal a través de bioimpedancia biocomportamental, para ello se adquirió un equipo de inbody de línea médica que permitirá la evaluación del componente muscular, óseo, residual de grasa, componente líquido y el ángulo de fase que evalúa qué tan saludable está la célula muscular de cada sujeto y puede predeterminar posibles afectaciones de tipo muscular e incluso si existen probabilidades de cáncer.

A través de la prueba de Montreal o también conocida como Moca, se determinará si los grupos etarios presentan un daño cognitivo, para ello se vale de ejercicios de suma, de identificación, memoria, atención, lenguaje, abstracción, el recuerdo y la orientación.

“Un tercer componente que cuantificaremos es la situación del sueño. Queremos saber que ocurre con las personas en sus tres estados del sueño y somnolencia, antes de llegar a dormir (lo que sucede antes de apagar la luz de la habitación), durante el sueño y después de este. Y por último, analizaremos y cuantificaremos el nivel de fuerza y funcionalidad de cada grupo etario”, afirmó Leonardo Rodríguez, instructor investigador del CBA.

Las metas de los profesionales con esta investigación son bastante ambiciosas: culminar el proyecto entre mayo y junio del 2022 y realizar una publicación sobre el control metodológico que se usó en la investigación, hacer tres publicaciones indexadas, presentar los resultados al American College Sport Maisen Medicine para contarle al mundo el trabajo que está realizando el SENA, hacer alianzas con universidades nacionales y entes internacionales, posicionar el centro de formación como líder en investigación en control de salud y colaborar con otros centros de formación que cuentan con laboratorios de investigación.

“Una de las metas más importantes, es impactar en la formación de los aprendices e instructores de actividad física y del deporte, con nuevos métodos, nuevas formas y formatos de valoración y con una nueva visión frente a lo que está pasando en la actividad física y la salud en Colombia y en el mundo. Queremos que los aprendices se involucren en los procesos a través de los semilleros, queremos educarlos para que investiguen, observen y se apasionen de sus propias ideas por muy locas que estas parezcan, porque todo tiene validez. Buscamos que cuando ellos salgan de la Entidad y comiencen su etapa laboral, no solo la dejen muy bien posicionada, sino que se conviertan en referentes y aporten algo al país”, agregó Leonardo.

Actualmente el Centro de Biotecnología Agropecuaria cuenta con un semillero de investigación conformado por catorce aprendices que se están capacitando para realizar todo el proceso de valoración y análisis de los resultados que arrojará el algoritmo.

 

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