De acuerdo con la FAO, la agricultura orgánica es un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica y al mismo tiempo, a minimizar el uso de los recursos no renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos para proteger el medioambiente y la salud humana. Es así, como a través del Programa de Agricultura Orgánica, la FAO tiene como objetivo, a largo plazo, potenciar la seguridad alimentaria, el desarrollo rural, los medios de subsistencia sostenibles y la integridad del medioambiente, fortaleciendo las capacidades de los Estados Miembros en materia de producción, elaboración, certificación y comercialización de productos orgánicos.
En Colombia, muy a pesar de que la agricultura orgánica es una tendencia que se proyecta como una oportunidad de negocio en el sector agrícola, teniendo en cuenta las nuevas necesidades y preferencias de los consumidores, según la Federación de Orgánicos de Colombia (Fedeorgánicos), existen tan solo 100.000 hectáreas dedicadas a este tipo de producción, muy lejos de las cifras que entregan países como Perú, donde se dedican 700.000 hectáreas.
El café, la caña de azúcar, el palmito, el banano y el arroz, son algunos de los productos orgánicos que se cultivan en el territorio colombiano, de estos, el 95% es para exportación porque la demanda interna es baja. Conforme a estos datos, Luis Betancur, presidente de Fedeorgánicos, afirma que “con excepción de algunos segmentos, la inmensa mayoría de la gente no aprecia los productos orgánicos y no está dispuesta a pagar un poco más por sus beneficios”. Agrega también que aunque hay más productores, adoptando métodos ecológicos, el principal limitante del sector orgánico en el país, es la ausencia de una política pública que fomente la producción.
Aun cuando las cifras anteriores parecieran desalentadoras, hay que destacar la labor que vienen realizando empresas como Vidfruit, CorpoCampo, ProAndes, Gastronomy Market y Carulla, quienes han visto en la producción orgánica un negocio interesante. Por ejemplo, Vidfruit creo la línea orgánica EraVie y Carulla abrió Carulla FreshMarket, donde se ofrecen productos cultivados por locales, que además cuentan con certificados de sostenibilidad.
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