El SENA contará con un algoritmo para determinar el estado de salud de los colombianos después de la pandemia

El Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera lidera el proceso de investigación del algoritmo de salud basado en el modelo 24 HAC y marcadores biológicos, en hombres y mujeres de diferentes grupos etarios.

El Centro Agroecológico y Empresarial de Fusagasugá, el Centro de Comercio y Turismo de Quindío, el Centro de la Tecnología del Diseño y la Productividad Empresarial de Girardot y el Centro de Biotecnología Industrial de Palmira, son aliados estratégicos en esta investigación.

“La pandemia nos tomó por sorpresa a todos y debimos actuar de manera contundente, nosotros lo hicimos desde la investigación. Tomamos como referente los parámetros analizados entre el 2016 y 2017 por el Americam College Sport Maisen Medicine y por el Grupo de Longevidades de Stanford, donde se determinó que 150 minutos a la semana no son suficientes para determinar los rangos de salud de una persona frente a su actividad física, sino que se debía evaluar dentro de un rango de 24 horas”, explicó Iván Camilo Cabrera Monroy, instructor que lidera la red de actividad física y deporte del Centro de Biotecnología Agropecuaria.

Basados en el modelo 24 HAC, Iván Camilo Monroy y Leonardo Rodríguez, líderes de la investigación, generaron una secuencia para evaluar cuatro componentes funcionales y fisiológicos, que les permitirán conocer el estado de salud y actividad física de los tres grupos etarios seleccionados y divididos conforme su evolución fisiológica, tiempo de longevidad, etapa de maduración, producción hormonal y desarrollo muscular: personas de los 18 a 25 años, de los 26 a los 45 años y de los 46 años en adelante.

Uno de los componentes que se evaluará en cada uno de los grupos etarios es la composición corporal a través de bioimpedancia biocomportamental, para ello se adquirió un equipo de inbody de línea médica que permitirá la evaluación del componente muscular, óseo, residual de grasa, componente líquido y el ángulo de fase que evalúa qué tan saludable está la célula muscular de cada sujeto y puede predeterminar posibles afectaciones de tipo muscular e incluso si existen probabilidades de cáncer.

A través de la prueba de Montreal o también conocida como Moca, se determinará si los grupos etarios presentan un daño cognitivo, para ello se vale de ejercicios de suma, de identificación, memoria, atención, lenguaje, abstracción, el recuerdo y la orientación.

“Un tercer componente que cuantificaremos es la situación del sueño. Queremos saber que ocurre con las personas en sus tres estados del sueño y somnolencia, antes de llegar a dormir (lo que sucede antes de apagar la luz de la habitación), durante el sueño y después de este. Y por último, analizaremos y cuantificaremos el nivel de fuerza y funcionalidad de cada grupo etario”, afirmó Leonardo Rodríguez, instructor investigador del CBA.

Las metas de los profesionales con esta investigación son bastante ambiciosas: culminar el proyecto entre mayo y junio del 2022 y realizar una publicación sobre el control metodológico que se usó en la investigación, hacer tres publicaciones indexadas, presentar los resultados al American College Sport Maisen Medicine para contarle al mundo el trabajo que está realizando el SENA, hacer alianzas con universidades nacionales y entes internacionales, posicionar el centro de formación como líder en investigación en control de salud y colaborar con otros centros de formación que cuentan con laboratorios de investigación.

“Una de las metas más importantes, es impactar en la formación de los aprendices e instructores de actividad física y del deporte, con nuevos métodos, nuevas formas y formatos de valoración y con una nueva visión frente a lo que está pasando en la actividad física y la salud en Colombia y en el mundo. Queremos que los aprendices se involucren en los procesos a través de los semilleros, queremos educarlos para que investiguen, observen y se apasionen de sus propias ideas por muy locas que estas parezcan, porque todo tiene validez. Buscamos que cuando ellos salgan de la Entidad y comiencen su etapa laboral, no solo la dejen muy bien posicionada, sino que se conviertan en referentes y aporten algo al país”, agregó Leonardo.

Actualmente el Centro de Biotecnología Agropecuaria cuenta con un semillero de investigación conformado por catorce aprendices que se están capacitando para realizar todo el proceso de valoración y análisis de los resultados que arrojará el algoritmo.

 

Esta nota se redactó para www.sena.edu.co

“El amor es muy bonito como para tenerlo escondido en un armario”, Johesmi Alejandro González

El área de Bienestar al aprendiz del Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera se unió a la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ con dos actividades virtuales.

Con el propósito de afianzar el trabajo que adelanta la Entidad a través de la política de atención con enfoque pluralista y diferencial, que busca brindar igualdad de oportunidades e inclusión a toda la población que requiera los servicios del SENA, el centro de formación organizó dos charlas con expertos en arte y cultura.

En la primera jornada participó Daniel Galeano, ex instructor de la Entidad por más de 15 años, actualmente es el director del Festival Internacional de Teatro Rosa de Bogotá, y Leonardo Contreras, director del Ballet Folclórico de Norte de Santander. Los dos artistas contaron las experiencias que han tenido con diferentes tipos de población, que aún sienten rechazo por expresar sus diferencias y orientaciones sexuales y solo a través del arte, la danza y el teatro se han podido involucrar.

“Nosotros hemos podido abrir espacios para vincular a personas diversas quienes socialmente son relegadas en los trabajos. El teatro para ellos es como una sublimación porque les permite decir aquello que tanto les cuesta, les permite liberarse y reivindicar sus derechos”, afirmó Galeano.

En la segunda charla participaron funcionarios de la alcaldía de Funza, instructores del área de cultura del centro de formación y el representante de aprendices, Johesmi Alejandro González, quien pertenece a la población LGTBIQ+. En esta oportunidad los temas se centraron en política pública, derechos de las personas diversas, reconocimiento y prevención del maltrato y la discriminación.

“Yo me siento muy agradecido cuando se habilitan estos espacios donde tengo la oportunidad de hablarle a mis compañeros aprendices sobre aceptación, liderazgo y sexualidad desde mi experiencia, y son muchas las preguntas que se generan, lo que me hace pensar que sigue habiendo vacíos y que nuestra responsabilidad es aprender a escuchar. Al finalizar mis intervenciones siempre los invito a sentirse orgullosos de quienes son y de sus verdaderos colores, porque el amor es muy bonito para tenerlo escondido en un armario”, mencionó Johesmi.

Al finalizar cada evento, las psicólogas del centro de formación invitaron a los aprendices a evitar la violencia y los actos discriminatorios. “Nuestra invitación es a que durante su proceso académico busquen la ayuda de los profesionales del centro de formación y a que participen en las actividades que se brindan en el área de bienestar, porque es a través de la unión, del diálogo y de nuestro compromiso social que podemos evitar la violencia, la discriminación y la vulneración de los derechos”, expresó Angie Castillo.

“Cuando se presenta algún tipo de discriminación con alguno de los aprendices, realizamos acompañamiento psicosocial individual a la persona afectada y psicoeducación a los grupos que generaron la discriminación, y se fortalece la red de apoyo de la persona perjudicada”, comentó Angie Castillo, psicóloga del área de Bienestar al aprendiz del SENA Mosquera.

 

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Ágata flores y follajes, un sueño hecho realidad

A través del curso complementario Emprendedor en cultivos transitorios de SENA Emprende Rural, Jhon Pineda amplió sus conocimientos técnicos, mejoró los procesos agrícolas y cumplió el sueño de sus padres.

“Ágata flores y follajes empezó con una idea clara: exportar sus productos para que en otros países se conociera la calidad del trabajo realizado por los productores colombianos y hacer felices a las personas que admiran la hermosura de una flor y de una planta ornamental”, manifiesta Jhon Pineda, gerente de Ágata flores y follajes.

De acuerdo con la información suministrada por Jhon, una de las fuentes económicas del municipio de Cachipay es la venta de follajes, los agricultores siembran las plantas ornamentales y se las venden a empresas como Ágata, que a su vez les vende a industrias como Elite Flower. Con algunas comercializadoras ubicadas en La Sabana se convino que ellas cultivaban las flores y los demás los follajes. De esta manera se organizan los buqués que finalmente se exportan.

En Ágata flores y follajes trabajan seis personas de forma directa, sin embargo, el número de proveedores asciende a más de 40 cultivadores, distribuidos en Cachipay y Anolaima. “Una de las cosas que más nos motiva a sacar adelante nuestro proyecto son las personas a las que les podemos dar empleo porque son madres cabeza de hogar y jóvenes que hasta ahora empiezan con su primer trabajo”, enfatiza Jhon.

El valor diferencial de Agata es el color de sus follajes, los pintan conforme la necesidad que tengan las comercializadoras, que de acuerdo con la temporada del año piden colores diferentes. Otro aspecto novedoso es la forma como preparan los terrenos para los cultivos, y esto se debe a la formación que Jhon y su esposa recibieron a través del programa SER.

“En el municipio de Zipacón se dictó un curso con el SENA y muchas personas de la región asistimos. Allí aprendimos a llevar un mejor manejo de nuestros cultivos, qué insecticidas, fungicidas y herbicidas usar en determinado momento; aprendimos a diferenciar los tipos de plagas y enfermedades; a cuidar el medio ambiente, entre muchas otras cosas que nos han servido para producir productos de mejor calidad”.

Jhon y su familia sueñan con que la empresa crezca para poder generar más empleo a las personas de la región y cumplir la demanda que tienen las industrias de las flores. “También sueño con el día en que le venda de forma directa a clientes extranjeros, sé que lo lograré con disciplina”.

En Ágata flores y follajes se cultivan ruscus, eucalipto silver, brillantina, helecho cuero, aralias, gardenia, liriope, entre otras plantas, que son las que realzan los colores de las flores que conforman los buqués que se exportan. 

 

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Granja de generación de energía solar fotovoltaica

El Centro de Biotecnología Agropecuaria inauguró un sistema solar fotovoltaico con 288 paneles que permitirán reducir el consumo energético y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El evento, que se llevó a cabo bajo los parámetros de bioseguridad implementados por el Gobierno Nacional, contó con la participación del gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, el alcalde de Mosquera, Gian Carlo Gerometta, el director general, Carlos Mario Estrada, la directora regional (e) del SENA Cundinamarca, Leonora Barragán Bedoya y el subdirector del centro, Nelson Gómez Botero.

La nueva infraestructura, instalada sobre pedestales en concreto en un área de 400 metros cuadrados, tuvo una inversión de 805 millones de pesos. Permitirá una disminución en la emisión de 66 toneladas de dióxido de carbono al año y el 33% del consumo energético del centro de formación, lo que representa un ahorro promedio de 7 millones mensuales para la Entidad y por supuesto, para los colombianos.

Con la energía generada en este sistema solar fotovoltaico se beneficiarán varias áreas del centro de formación, entre ellas: las edificaciones de administración, gastronomía. Biblioteca, la sala de instructores, los bloques de aulas A, B y C, y el auditorio. Además, la instalación se convierte en un insumo de formación para aprendices de programas ambientales y cursos complementarios en temas relacionados con electromecánica, energías alternativas, electricidad y electrónica.

El SENA continuará desarrollando acciones sostenibles que le permitan estar a la vanguardia de las grandes compañías que se preocupan por el medio ambiente. El centro de formación quiere convertirse en un referente en diferentes programas ambientales que se constituyan en insumos de formación y garanticen la sostenibilidad.

Este sistema de energía alternativa, amigable con el medio ambiente, no maneja acumuladores ni baterías, sino que la energía se inyecta directamente a la red.

 

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Aprendices del SENA Mosquera: “Queremos que la vaca nos informe constantemente su situación”

Aprendices del semillero de investigación SISPROPEC del SENA Mosquera adelantan un proyecto de automatización de trabajos de campo y uso de herramientas digitales para el sector ganadero en el trópico alto.

A partir de la implementación del proceso de automatización que adelantan los aprendices con asesoría del equipo SENNOVA del centro de formación y en alianza con la empresa SADEP, se crean oportunidades técnicas para el sector ganadero que podrá actuar en tiempo real según las necesidades que presenten los animales y mejorar la sustentabilidad productiva, económica y social del sector.

“Con este proyecto buscamos implementar una ganadería de precisión a partir del uso de herramientas digitales y tecnológicas de última generación, como drones, softwares, sensores ITH (microchips indicadores de temperatura y humedad), GPS, gafas de realidad virtual, cuelleras y aretes de identificación electrónica que permitan disminuir el margen de error en los datos que fueron tomados de forma tradicional”, menciona Laura Sthephania Ávila, aprendiz en etapa productiva del Centro de Biotecnología Agropecuaria.

De acuerdo con los estudios adelantados por los aprendices el proceso de automatización permite monitorear y obtener información en tiempo real de la situación y estado del animal (bovinos y pequeños rumiantes) sin tener que desplazarse al sitio donde este se encuentra. “Podremos saber a qué temperatura se encuentra, cuál es su frecuencia cardiaca y respiratoria, las condiciones corporales, el PH ruminal y el estatus sanitario. Sabremos cuándo a una hembra se le podrá inseminar o programar la atención del parto, en realidad queremos que la vaca nos informe constantemente su situación”, agrega Oscar Lenin Arenas, aprendiz en etapa productiva del CBA.

Además de la información que se obtiene de los animales con los ITH, se podrá evaluar el impacto ambiental que estos generan, porque se monitoreará la huella de carbono y el grado de emisiones de gases efecto invernadero, versus la captura de este por la adopción agroforestal que se implementa en el centro de formación. Por otro lado, mediante el proceso de automatización se podrá conocer la disponibilidad de la oferta forrajera en las praderas y su calidad bromatológica, lo que permitirá generar flujos de rotación, facilitar los programas de fertilización y mejorar los indicadores productivos del sector.

Este proyecto fue presentado a la Fundación RedCOLSI, Red Colombiana de Semilleros de Investigación, donde quedó entre los primeros 800 lugares de 1500 propuestas que se presentaron, ya pasó a la segunda fase en la que presentará una ponencia oficial durante un congreso organizado por la misma fundación.

Dentro del proceso investigativo se encuentran aprendices de los programas pecuarios, especies menores, gestión de empresas pecuarias, producción agropecuaria ecológica y producción ganadera que están en formación o en etapa productiva como es el caso de Oscar Lenin Arenas y Laura Ávila.

 

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No existen limitaciones para formarse en el SENA

Julián David Mejía Castellanos es un joven en situación de discapacidad que inició formación con el SENA hace aproximadamente 10 años en compañía de su madre que también es egresada de la Entidad.

 “Cuando yo me enteré de la situación de mi hijo cambiaron muchas cosas en nuestras vidas, tuve que dejar la empresa donde laboraba para dedicarme a su cuidado y como soy madre soltera tuve que buscar alternativas para subsistir”, expresa Adriana Castellanos Gómez, mamá de Julián.

La artesanía, el tejido y las manualidades que Adriana aprendió a realizar en el SENA se convirtieron en parte de su sustento. “Para mí el SENA ha sido parte fundamental en el desarrollo de nosotros, mi hijo al verme hacer los trabajos que nos dejaban se animó a aprender”.

Desde que Julián ingresó al Centro de Atención a la Discapacidad de Mosquera se ha involucrado en cursos deportivos, es boy scout, juega fútbol, es acólito y acompaña a su madre a las diferentes ferias donde venden los productos artesanales hechos por los dos: gorros, bufandas, guantes, cuellos, chalecos, muñecos y pinturas en madera.

Actualmente las artesanías que hacen Adriana y Julián se pueden encontrar a través de redes sociales, Facebook e Instagram. Las personas interesadas los contactan y ellos hacen los envíos a domicilio.

En Facebook los encuentran como Adriana Castellanos arte con amor, @adrianacastellanosarteconamor y Manualidades creativas el Pibe, @elpibemc; y en Instagram como AdrianaCastellanos ArteconAmor.

“Yo siempre le he inculcado a mi hijo ser independiente, el encierro lo estresa y por eso durante esta época de pandemia juntos hacemos los cursos, eso lo anima bastante, creo que los dos hemos aprendido bastante de las dificultades, valoramos cada momento. Mi propósito es que a él le queden muchas bases para que se desenvuelva solo cuando yo falte”, expresa Adriana.

Julián David Mejía Castellanos tiene 34 años, sabe hacer pizzas, empanadas, galletas, teje y pinta sobre madera. Le encanta hacer chocolatinas para vender en fechas especiales.

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En el SENA de Mosquera creemos en el talento que formamos

Como una forma de reconocer el trabajo voluntario de los aprendices que apoyaron las labores de la granja desde inicios de la pandemia, el centro de formación contrató a nueve de ellos para el cargo de Trabajadores de campo.

“En el Centro de Biotecnología Agropecuaria de Mosquera estamos convencidos de las competencias técnicas y socioemocionales de nuestros aprendices, por eso este año decidimos que nueve de ellos hagan parte de nuestro grupo de contratistas”, Nelson Gómez Botero, subdirector del centro de formación.

Desde marzo del 2020 cuando se anunció la primera cuarentena para prevenir el avance de la COVID-19, quince personas entre aprendices, contratistas y trabajadores oficiales decidieron quedarse de forma voluntaria para cuidar de los animales y los diferentes recursos del centro de formación.

Gracias al compromiso, esfuerzo y experiencia demostrada por los aprendices este año la subdirección del centro determinó que nueve de ellos fueran contratados para seguir apoyando los ambientes pecuarios y agrícolas donde prestaron su labor.

Laura Camila Gutiérrez, tecnóloga del programa Especies menores, es una de las aprendices que apoyó el área de Cunicultura, “mi paso por el SENA ha sido muy significativo, realicé un técnico en Producción pecuaria y me enamoré del campo y los animales. Estoy muy agradecida de que me hayan dado la oportunidad de continuar haciendo lo que amo, lo que me apasiona. Con este trabajo no sólo ayudaré a mi familia, sino que podré continuar creciendo, aprendiendo y formándome”.

“A esta Entidad le debo muchas cosas, pero sobre todo que me hayan permitido realizar mi etapa productiva mientras presté mi servicio como voluntario, hoy me hace muy feliz saber que el amor que le impregné a cada labor que hice como ordeñar, inyectar y cuidar de los animales, se evidenció y dio frutos. Yo siento que el SENA valora las personas, su calidad humana y fortalece nuestras capacidades”, Joan Sebastián Vásquez Quevedo, tecnólogo en Producción pecuaria.

Los aprendices contratados prestarán su servicio durante todo el periodo 2021 en las áreas que le fueron asignadas de acuerdo con su perfil, experiencia y necesidad del centro de formación.

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